martes, 6 de noviembre de 2012

Terror a las ondas EM II

Siguiendo mi artículo Terror a las ondas EM, llega... Terror a las ondas EM II ;)
¿Cómo rebatir un argumento del tipo: "Demuéstrame que lo que digo no es cierto"? En este caso se aplica a los supuestos efectos perniciosos de las ondas EM y, en particular, de las antenas de telefonía. Y vaya por delante que no me refiero a antenas de potencia no controlada bajo la legislación vigente, por supuesto.
Bueno, pues voy a por la contestación, que es algo que todos los escépticos tenemos profundamente asumido: "affirmanti incumbit probatio", es decir, el peso de la prueba recae sobre el que hace la afirmación. Esto significa que no tengo por qué demostrar que las antenas producen tal o cual mal, sino que es quien sí que lo afirma el que tiene que demostrar que existe esa relación causa-efecto. Y ahora es cuando llega la retahíla acerca de los intereses comerciales de los operadores... del estilo de las malvadas farmacéuticas. 
Pero casi mejor ir a los datos de un caso concreto en el cual se viene afirmando que la incidencia del cáncer en una zona se debe a unas antenas y ya no me ando con más medias tintas, me refiero al caso de dos antenas en Torre del Mar supuestamente ilegales. Y digo supuestamente porque, a falta de otros datos, consulto la Web del ministerio de industria y, mira por donde, allí están: una de Telefónica y otra de Xfera. Me resultaría bastante extraño que el ministerio de industria las tuviera fichadas, supiera que son ilegales, y no se tomara ninguna medida, aunque tampoco voy a decir que lo descarto habida cuenta del nivel de quienes nos dirigen...


Asumiendo, porque no tengo otros datos que lo nieguen, que son legales pincho en los datos de cada emplazamiento de antena y resulta que cumplen los niveles máximos:


Pero, ¿por cuánto lo cumplen? Por mucho, muchísimo, el nivel máximo permitido son 1.000,00 µW/cm², así que está, en el peor de los casos, 1.000 veces por debajo del máximo. Y eso estando a menos de 38 metros de la antena en línea recta y sin ningún obstáculo por delante.
Eso por parte de las antenas, ahora vamos con los datos de cáncer:

  • En España había censados el 1 de enero de 2011 el número de 47.150.819 ciudadanos. Voy a redondear hacia arriba para ponernos en el caso peor con 48.000.000. 
  • Según la Sociedad Española de Oncología Médica, se estimaban para 2012 la detección de unos 208.000 casos de cáncer de todos los tipos en España:


Haciendo la relación entre esos dos datos tenemos 208.000/48.000.000=0,004333333... Es decir, la SEOM estimaba que en 2012 se producirían unos 43 casos de cáncer por cada 10.000 personas (suponiendo una distribución uniforme, claro). Teniendo en cuenta que en Torre del Mar viven unas 21.000 personas según Wikipedia (no he podido encontrar una fuente mejor, pero concuerda razonablemente con los datos del INE respecto a Vélez-Málaga) deberían haberse producido 91 nuevos casos de cáncer en esta población (el total). Si en esta zona viven 3.000 personas, y creo que no es una mala aproximación, y suponiendo distribución uniforme y sin contar factores genéticos, eso significa que en 2012 se deberían diagnosticar 13 nuevos casos de cáncer. Por supuesto que no estoy considerando el acumulado de varios años porque si lo hiciera, en 2006 deberían haber habido entre 11 y 12 casos, en 2007 otros tantos, en 2008... y con el acumulado de 2006 a 2012 tendría al menos 79 casos en 7 años ó 57 casos en 5 años. Y esos números serían absolutamente normales respecto a la media nacional estadísticamente hablando. Es decir, por desgracia es una enfermedad mucho más común de lo que quisiéramos.
La conclusión que yo saco es la misma que sacaba en el anterior artículo: con los datos encima de la mesa no veo motivo objetivo para la alarma a no ser que la potencia con la que irradien no esté controlada.
Y hay un dato más llamativo aún: los vecinos piden que se incremente la distancia de las antenas a las zonas residenciales. Esta es una variante de "el tamaño importa" que se llama: "la distancia importa": prefiero tener un misil intercontinental apuntándome desde donde yo no lo vea antes que un tirachinas a 50 metros. Si se incrementa la distancia de las antenas, todos esos que no quieren tener la antena cerca seguirán queriendo mandar whatsapp, abrir el Facebook y recibir llamadas al móvil y para poder dar esos servicios se tendrán que montar antenas, más lejos, eso sí, pero que en vez de radiar a una potencia X tendrán que radiar a una potencia 100X (recordemos que se atenúa con el cuadrado de la distancia a la fuente). Seguro que la potencia que llegará a casa será más o menos la misma (porque se quieren seguir dando los mismos servicios), pero si pasas un poco más cerca de la antena te llevarás dosis de radiaciones 100 veces superiores... A mí no me convence y la otra solución es vivir como los Amish...

Actualización a 07/11/2012:

Artículos relacionados en Naukas que he encontrado hoy y son muy interesantes para el tema:



5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece muy bien tu razonamiento. Yo trabajo en un centro de investigación con MRI, existen unos niveles máximos de exposición relativos al campo magnético y al SAR coeficiente de absorción de energía RF. Nosotros por supuesto trabajamos con limitaciones establecidas por normativas europeas blablabla. A día de hoy no conozco ningún artículo publicado en ninguna revista científica donde que calcule de forma exacta/correcta el SAR. Hablar de niveles máximos permitidos y de estadísticas demográficas para intentar explicar/concluir algo...en fin serafin. Saludos.

Unknown dijo...

Bueno, la verdad es que he simplificado bastante el problema, pero hoy por hoy, que yo sepa, a los operadores se les fija el nivel máximo permitido, que es lo que además figura en la Web del ministerio de industria. Sé que extrapolar a partir de ahí la incidencia de un determinado mal que pudiera venir ocasionado más bien por los niveles de exposición no es lo más correcto, pero son los datos a los que tengo acceso.
Y es más, digo sinceramente que no veo el problema en hacer una aproximación con los niveles máximos permitidos, puesto que actualmente, vayas donde vayas vas a tener una cierta exposición (cobertura).
En cuanto a la conclusión me remito a lo que comentaba al comienzo: no se puede concluir que haya una relación antenas-cáncer y el peso de la prueba recae en quien sí hace la afirmación. Seguramente tampoco se puede concluir lo contrario a partir de lo que yo digo, pero sí que no hay una incidencia localizada de la enfermedad fuera de lo normal.
De cualquier forma estaría encantado de que me explicaras cómo puedo hacer los cálculos con el SAR (si es que se puede hacer, ya que me comentas que no conoces una forma exacta de calcularlo).
Salu2!

Unknown dijo...

Creo que no he explicado correctamente a qué me refería cuando digo que no veo problema en hacer la aproximación con los niveles máximos permitidos. Quería decir que evidentemente en todas partes tienes una cierta exposición a la radiación de antenas de telefonía y, de hecho, las autoridades consideran los niveles de referencia (ya que como dices es muy difícil medir el SAR) medidos en densidad de potencia para determinar la probabilidad de que se sobrepasen las restricciones básicas (esas sí van en W/Kg).
Como he hecho los deberes, aquí dejo el enlace a esos valores límite de exposición: valores límite
Salu2!

Anónimo dijo...

Bajo mi punto de vista y según mi experiencia la normativa vigente en cuanto a exposición a la radiación en Europa no esta basada en ningún razonamiento científico, quizá funcione o quizá no, en cualquier caso no es demostrable. El cálculo del SAR se hace básicamente en función de la potencia transmitida (dato exacto) y la potencia reflejada (dato exacto) en un sistema de emisión RF, se asume que el resto de potencia es la potencia radiada (en realidad un poco menor por perdidas en los materiales etc..) Y se asume que la radiación se distribuye de forma uniforme en el espacio (dato inexacto y no computable). Lo aclaro con un ejemplo más fácil de ver: la luz del sol, es una onda electromagnética igual que la que recoge la antena de un móvil aunque de menor longitud de onda, el error más común es pensar que la energía de la luz del sol se distribuye de forma uniforme en el espacio. La energía electromagnética siempre interactua con la materia dando lugar a deformaciones de esa uniformidad, un ejemplo fácil de ver es una gota de agua que es capaz de refractar la luz y producir un efecto lupa que concentra la energía en un punto. Otro ejemplo es la composición química del aire o la interacción entre dos medios con distinto indice de refracción. Lo explico con la luz porque quizás es más intuitivo de entender. Pero es exactamente lo mismo con la radiación a 2.4Ghz que utiliza el estándar wifi. En las pruebas de regulación de normativas se utilizan modelos simplificados que no tienen en cuenta nada de esto, es más no lo pueden tener en cuenta, porque el número de variables a tener en cuenta es infinito. Ojo, no afirmo que la normativa no sea segura, quizá si o quizá no, lo que digo es que si preguntas a los que han hecho la normativa porque son 2w/kg en SAR para cabeza en humanos y no 3w/kg nadie te va a dar una respuesta rigurosa. Al margen de esto, aunque los seres humanos somos bastante orgullosos y nos cuesta reconocerlo la ciencia de momento, no explica todo. Un campo magnético estático no tiene ningún efecto negativo en los seres humanos según la normativa, de hecho la tierra ya tiene uno, sin embargo, si entras en un escaner MRI para hacerte una resonancia magnética y caminas cerca del escaner durante algunos minutos sentirás mareo y náuseas. Con una intensidad de campo dentro de la normativa por supuesto. Bueno con esto concluyo espero haber aportado algo. Saludos.

Unknown dijo...

jejeje, ni creo que la ciencia llegue en ningún momento a explicarlo todo. Cada vez que se resuelve una cuestión salen tres o cuatro nuevas.
En cuanto a la normativa está claro, como dices, que no puede ser una norma absoluta, al igual que la ciencia: es válida mientras lo es y no tengas motivos para modificarla, y si se ve que no funciona, pues habrá que cambiarla. Hoy por hoy no creo que haya nada que demuestre que estamos en peligro por la radiación según normativa vigente de las antenas de telefonía, pero si lo hubiera en el futuro, habría que replantearlo por supuesto.
Te agradezco mucho tu aportación.
Salu2!